Equestrian Monuments: Translating the Moments of Nostalgia and Reflection
Note from the Editor:
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Traducido al Español por Devora Barrera González
Translated into Spanish by Devora Barrera González
“Poetry is the voice of memory. Here, however, we speak of the future,”
EQUESTRIAN MONUMENTS (A LITANY)
Equestrian Monuments, published in 2011 by Luis Chavez, is a two-part chapbook that explores the paralyzing realization of time passing someone by. Often it is the changing relationships with others that prompt reflection. However, Chavez takes that approach and adds singular moments and objects (receipts, floppy disks, cassettes) to juxtapose the sadness of change and the joy of nostalgia. Thanks to Julia Guez and Samantha Zighelboim, ten years later the poems are now translated from Spanish to English, all while staying true to Chavez’s tone and style.
Photos are produced as keepsakes and as evidence of existence. For Chavez, this was a way to take inventory of the little details from his past. His reflections often cycle back to the idea of time, and even though the photos stood still they were a marker of comparison to how much the speaker had changed from when the photo was taken. In poems like “IN THAT PHOTO, FIX THE PIT STAINS ON MY SHIRT,” the speaker addresses multiple memories and delineates time by jumping from different spaces in his life and noting the “paralyzing venom of age.” He ties the poem together towards the end with the description of a clock: “Farther on, blades/ enormous and slow/ lose their synchronization.” Time is not consistent in length but dependable solely through constant movement. The contradicting spaces of stillness from the photos/memories and constant forward motion of time allude to the relatable, dreadful inner thoughts on aging and change.
“The weeds grow when we’re not watching them. Years accumulate while we worry about the weeds. Learning this took longer than we would have liked,”
“EQUESTRIAN MONUMENTS (A LITANY)”
Not only do readers take stock with Chavez through photos, but the extensive imagery he relates to his audience, a specific “you” is weighted with care, as if he does not want to miss a single detail. In part one, the opening poem “SNOW/ELECTRICITY” appeals to specific senses the speaker is recounting: thunder that sounds like electricity, the smell of basil, the length of the grass, the synchronicity of movement in nature, and the white clouds shaped like stones. The setting is enticing and pulls the reader into the place with the speaker; however, mid-way the story turns speculative when the focus is shifted to “your house.” This ominous “you” appears throughout the series, indicating longing and comparison to the past. In poems like “INVENTORY” and “MOVING,” he reminisces over moments by listing the memories attached to everyday objects and activities. In “MOVING” he notes “a pause that threatens to become something else entirely,” whether it be a photo or a silence, it signals the looming theme of growing apart.
In the beginning of the book, the translators reflect on their translation process. They address the difficulties and poetic liberties they chose to adapt in order for the English language to fit Chavez’s syntactical choices and style. The note raises an important discussion on the responsibility of translators who become co-writers to the poems and evaluates the care put into it. This was not a plug-into-Google-Translate task, but instead a project where both translators broke poems down line by line to match Chavez’s profundity. They aimed to protect the musicality without changing the meaning of the lines, however they also took liberties to update cultural prejudices. They reflect, “Where a literal translation would require us to consider using language that is difficult if not impossible to separate from a history of ableism and homophobia in our culture, we depart further.” So, in poems like “UN COJO” and “EQUESTRIAN MONUMENTS (A LITANY)” there were conscious choices to update the word choice to reflect progressive language that did not alter the poem’s effect.
The timing of this translation is fitting because the pandemic has forced readers, writers, and artists to sit and reflect. It balances mindfulness and the melancholic beauty of limited time. Not only does this translation add accessibility to English readers, but it expands their readership to outside writers they would not have typically interacted with. Having this accessibility allows connection and empathy to develop—I, a twenty-something white woman from Texas, felt connected to Chavez, who was in his forties around the time this was published and was writing from Costa Rica, through his exploration of inner grief and place in the grand scheme of time. Readers should be drawn into this shared experience Chavez poses on us, such as coming to terms with the changes that happen in life and anxieties we face from them. Though there is no complete resolution, the final reflection in the last poem “FALSE DOCUMENTARY” sums up the book best on what readers should gain from this conversation: “The outside world seems to flow with naturalness and calm. I want the inside world that way too.”
Monumentos Ecuestres: Traduciendo los momentos de nostalgia y reflección
“La poesía es la voz de la memoria. Aquí, sin embargo, hablamos sobre el futuro,”
MONUMENTOS ECUESTRES (UNA LETANÍA)
Monumentos Ecuestres, publicado en 2011 por Luis Chávez, es un folleto de bolsillo dividido en dos partes que explora la paralizante realización de que se nos agota el tiempo. Con frecuencia son las relaciones con otros que cambian lo que desencadena la reflexión. Sin embargo, Chávez explota esto e incluye momentos singulares y objetos (recibos, discos floppy, cassettes) para contrastar la tristeza del cambio y la alegría nostálgica. Gracias a Julia Guez y Samantha Zighelboim, los poemas han sido traducidos del Español al Inglés diez años después, procurando que dichas traducciones sean fieles al tono y estilo de Chávez.
Las fotos son producidas como recuerdos y evidencia de la existencia. Para Chávez, es una forma de hacer inventario de los pequeños detalles de su pasado. Sus reflecciones constantemente circulan de regreso a la idea del tiempo, y a pesar de que las fotos son estáticas, funcionan como un marcador para comparar cuánto el narrador ha cambiado desde que la foto fue tomada. En poemas como “EN ESA FOTO, ARREGLA LAS MANCHAS DE MIS AXILAS EN LA PLAYERA,” el narrador aborda múltiple recuerdos y delínea el tiempo brincando a diferentes espacios y tiempos en su vida, tomando nota de “el paralizante veneno que es la edad.” El ata el poema con una descripción de un reloj al final: “Más adelante, navajas/enromes y lentas/sueltas pierden su sincronización.” El tiempo no es consistente en longitud pero es dependiente del constante movimiento. Los espacios estáticos contradictorios de las fotos/recuerdos y el constante movimiento hacia adelante del tiempo alude a todos los espantosos pensamientos sobre el cambio y hacerse viejo.
“Las hierbas crecen cuando no las vemos. Los años se aculuman mientras nos preocupamos por las hierbas. Aprender esto tomó más de lo que nos hubiera gustado”
“MOMENTOS ECUESTRES (UNA LITANÍA)”
Los lectores no sólo toman inventario con Chávez a través de las fotos, sino que la galería de imágenes lo relaciona con su audiencia, es una forma específica de dejar una huella en ellos con cariño, como si el escritor no quisiera perderse un solo detalle. En la primera parte, el poema con el que abre, titulado “NIEVE/ELECTRICIDAD” apela a un sentido específico: rayos que suenan como electricidad, el olor a albahaca, la longitud del pasto, la sincronicidad del movimiento en la naturaliza, y las nubes blancas que lucen como rocas. El escenario es tentador, y atrae al lector a un lugar específico junto al escritor, sin embargo, a la mitad de la historia todo cambia y se enfoca hacia el concepto de “tú casa.” Este ominoso “tú” aparece a través de toda la serie, indicando, la añoranza y comparación al pasado. En poemas como “INVENTARIO” y “EN MOVIMIENTO”, el acentúa “una pausa que amenaza en convertirse en algo totalmente diferente”, ya sea una foto o un silencio, son señales inequívocas de las cosas creciendo una aparte.
Al inicio del libro, los traductores reflexionan en su proceso de traducción. Ellos abordan las dificultades y las libertades poéticas que deciden adaptar para que su traducción al idioma del Inglés encaje con el estilo y las las decisiones sintéticas de Chávez. Las notas hacen énfasis en la discusión sobre la responsabilidad de los traductores que se conviernten en co-escritores de los poemas y evalúan el cuidado que deben poner en la traducción. La tarea de traducir no fue hecha mediante una herramienta de traducción de Google, pero al contrario, un proyecto donde ambos traductores, diseccionaron los poemas verso por verso para igualar la profundidad de Chávez. Los traductores intentaron proteger la musicalidad sin alterar el significado de las líneas, sin embargo, también tomaron libertades para actualizar los prejuicios culturales. Ellos reflejan lo siguiente, “Donde una traducción literal requiere de nosotros usar el lenguaje que es d´fícul pero no imposible de separar de la historia de aquellos que no tienen discapacidad alguna y la homofobia en nuestra cultura, vamos más allá.” Por lo tanto, en poemas como “UN COJO” y “MONUMENTOS ECUESTRES (UNA LITANÍA)” hay decisiones conscientes de actualizar las palabras escogidas y reflejar un lenguaje más progresivo sin que alter el efecto del poema.
El momento histórico de la traducción es adecuada debido a la pandemia, ya que la misma ha forzado a los lectores, escritores y artistas a sentarse y reflexionar. Es un balance entre consciencia y la bella melancolía del tiempo limitado. La traducción no sólo hace la obra más accesible a lectores del idioma del Inglés, sino que también expande y llega a lectores más allá de aquellos con los que éste tipo de obra hubiera alcanzado. Tener esta accesibilidad permite que los lectores desarrollen conección y empatía- Yo, una mujer de veinte y tantos años de Texas, me sentí conectada con Chávez, quien tenía cuarenta y tantos años cuando publicó esta obra y escribría desde Costa Rica, me sentí conectada a través de esta exploración del duelo internalizado y la gran esquema del tiempo. Los lectores se sentirán atraídos a compartir ésta experiencia que Chávez impone en nosotros, tal y como, hacer las pases con los cambios que la vida nos presenta y la ansiedad que ello trae. A través de lo anterior no hay resolución completa,y en la reflección del último poema llamado “DOCUMENTAL FALSO”, el escritor describe lo mejor posible qué será lo que los lectores podrán aprovechar al máximo de ésta obra y de la conversación en la misma, “El mundo allá afuera parece fluir con naturaleza y calma. Y quiero que el mundo interno fluya de la misma forma.”